Hoy, después de la sesión de francés de primera hora, he tenido el primer taller específico para profesores de francés: cómo gestionar las diferencias en el aula. Puesto que esta semana he sido la única alumna inscrita, he tenido la suerte de poder trabajar durante todo el taller sobre mi propia experiencia como profesora de francés e intercambiar mis sensaciones, prácticas e inquietudes con la profesora encargada del taller, Muriel.
La sesión ha comenzado como una visita al médico: un auténtico interrogatorio sobre las características de mis cursos, número y perfil de alumnos, duración del curso, horas semanales, marco de enseñanza, recursos del centro.
También ha tenido su lado psicológico, cuando hemos hablado sobre mis sensaciones durante las sesiones, mis expectativas, qué es lo que me gusta de mi trabajo, y cómo me gustaría que fuera.
Me ha resultado increíble escuchar a Muriel su diagnóstico, tan preciso y creo que tan acertado, con tan solo unos minutos de charla. A mí me ha costado algunos años el darme cuenta,( y ahora es cuando lo empiezo a entender), de por qué, aunque trato de esforzarme al máximo, no termino de sentirme satisfecha como profesora. Ella lo define así: tus cursos son "mi-figue, mi-raisin". Esta expresión se usa para describir algo que no está definido, que está entre medias de una cosa y otra. Según la opinión de Muriel esto se debe a que en mis cursos no he establecido unos objetivos claros y explícitos para los alumnos.
En el centro de adultos no tengo la presión de impartir clases regladas, mis clases no conducen a la superación de ninguna prueba ni a la obtención de un certificado. Disfruto de mucha libertad para preparar lo que yo quiera, pero también la sufro, porque hace falta encuadrar el curso en algún lugar, marcar un camino al que llegar, y ese camino lo tengo que hacer yo, y además señalizarselo bien a mis alumnos. Cada vez tengo menos la sensación de ir a la deriva, pero aún voy muchas veces dando bandazos. Hoy Muriel me ha dado muchos consejos para poder encaminar el curso hacia un objetivo preciso y, sobretodo, me ha hecho valorar la importancia de hacer ver a los alumnos que una de mis funciones es esa, la de marcar bien el recorrido.
